18 de agosto de 2016 - ¡Dragones por todas partes!

Buenas tardes a todos!!

Hoy es el segundo día que pasamos en el barco. Nos hemos levantado a las 06:30 (en cuanto ha salido el sol, porque a parte de irnos a dormir muy temprano, no hay cortinas...), hemos desayunado algo rápido (crepes de plátano y café) y, como ya estábamos amarrados al muelle del Parque de Rinca, hemos sido los primeros en entrar!!! Emil nos ha acompañado, pero nuestro guía en el parque ha sido Rhinos y nos lo hemos pasado genial!! Hemos visto macacos, ciervos, águilas, cuervos, unos pájaros parecidos a los pollos que viven siempre en pareja... y dragones de Komodo!! Hemos visto hasta 10 durante toda la visita y de todos los tamaños y edades, incluidos dos ejemplares muy jóvenes (2 y 3 años respectivamente).

También hemos visto una hembra cuidando un nido y una "lucha" entre el ejemplar de 3 años y una pareja de pájaros. Estos pájaros nos vuelan mucho pero tienen unas patas MUY fuertes (arrastran troncos varias veces más grandes que ellos) y crean unos nidos que son como unos montones de tierra. Entonces cuando un komodo los encuentra, sube al nido y escarba para encontrar los huevos y los padres lo defienden tirando más tierra y rehaciendo el nido!! Ha sido como estar en un documental del National Geographic!!!. Tanto Emil como Rhino han dicho que hemos tenido mucha suerte!!

Tras la pateada hemos parado en la cafetería y Emil ha comprado Arak, un licor hecho con la flor de la palma para la tripulación del Su-Daya (Lucas, Maxi y Tomas) y Jordi y yo nos hemos comprado otra (es licor destilado casero porque lo venden en botellas de agua recicladas, pero ya veremos que tal).

Tras la super visita a Rinca hemos recalado en una de la mil playas que hay en las chopocientas islitas, a resguardo de las corrientes para hacer snorkeling y comer.

Las vistas de los peces no eran tan impresionantes como en Kelor, pero ha estado muy bien y hemos podido ver algunos peces bastante llamativos, sobre todo uno muy alargado y plateado, con forma de saeta. Edurne incluso se ha ido a pasear por la isla con Emil y yo me he quedado leyendo "Chavs" en el barco.

Una vez las corrientes han amainado hemos puesto proa hacia Komodo para hacer el segundo trekking. En el camino me he echado una señora siesta :)

Al llegar a Komodo ya hemos visto que el rollo iba a ser bastante diferente a Rinca. El muelle es infinitamente más grande, al igual que la playa, la bahía y el centro de recepción de visitantes. 

Como hemos hecho las dos islas el mismo día en Komodo sólo hemos tenido que pagar al "ranger" que nos ha acompañado. También hemos podido ver 5 o 6 ejemplares de dragones, un águila, ciervos e incluso jabalíes (Pumba!!!) y pollos salvajes, pero gracias a Emil, porque el guía de Komodo no tenía ninguna ganas de currar y se ha limitado a marcar el ritmo y poco más...

Al acabar el segundo trekking, nos hemos ido hacia Kalong Komodo, donde hemos vuelto a ver la puesta de sol, la salida de los zorros voladores y la salida de las estrellas.

Maxi y Tomas no han vuelto a preparar otra pedazo de cena típica con arroz, sopa de pollo, vegetales, pastel de cacahuete, pollo agridulce y de postre sandía, y, para acabar el día, charla con Emil bebiendo un poco de Arak (Jordi y yo lo hemos rebajado con coca-cola porque pega una patada de mil demonios).

Descanso del guerrero escribiendo el blog y mirando estrellas y mañana... más!!